Existen dos tipos principales de imágenes para ordenador. Una son los gráficos vectoriales y la otra los mapa de bits.
Los gráficos vectoriales se componen de líneas y curvas, y se generan a partir de descripciones matemáticas que determinan la posición, longitud y dirección en la que se dibujan las líneas. Es tan sencillo como los vectores que veíamos en matemáticas en el colegio. Su resultado viene dado por la representación en 3 ejes (x, y, z). Tan sencillo como dibujar en un eje de coordenadas a partir de valores de vectores definidos para cada uno de los ejes definidos.
Los mapas de bits, también conocidos como imágenes ráster, se componen de cuadrados diminutos que reciben el nombre de píxeles; cada píxel se asigna a una ubicación en la imagen y contiene valores de color numéricos. Estos píxeles o puntos, están formados por composición de colores Rojos, Verdes y Azules (RGB). Funciona igual que los puntitos que dibuja la televisión en las imágenes. Las compone de puntitos de color y la sucesión de muchos de esos puntitos crea la imagen que vemos.
Cuando hacemos un gráfico vectorial más grande, también estamos modificando el tamaño de los ejes de coordenadas. Por eso, siempre conserva su resolución y por eso siempre se ve con completa nitidez. Sin embargo, cuando ampliamos una imagen de mapa de bits, los cuadros no son capaces de distribuirse de una manera dispersa sin perder información entre medias. Es algo así como tratar de abrir un pedazo de algodón que ocupa el tamaño de una tarjeta de visita. Imagina que tratas de “expandirlo” para cubrir dos veces esa superficie. Las fibras del algodón se van separando cada vez más, hasta dejar espacios entre medias que permiten ver la superficie que hay debajo. Algo similar ocurre con las imágenes. Como no se dispone de información de qué es lo que tendría que haber en esos puntos, el ordenador interpreta y rellena con una aproximación.
Los gráficos vectoriales resultan ideales para logotipos e ilustraciones, porque son independientes de la resolución y pueden escalarse a cualquier tamaño, o imprimirse y visualizarse a cualquier resolución, sin perder detalles ni calidad. Además, con los gráficos vectoriales puede producir contornos nítidos y claros.
Los mapas de bits resultan excelentes para fotografías y dibujos digitales porque reproducen muy bien las gradaciones de color. Los mapas de bits son dependientes de la resolución. Es decir, representan un número fijo de píxeles. Si bien tienen muy buen aspecto en su tamaño real, puede que se muestren dentados o pierdan calidad de imagen cuando se escalan, o cuando se muestran o imprimen a una resolución mayor de la original.
0 comentarios:
Publicar un comentario